El esqueleto facial masculino y femenino tienen ciertas características que los distinguen a simple vista. Las principales estructuras que definen visualmente el género son la frente, la nariz, la mandíbula y el mentón. Otros aspectos que pueden diferenciarlo son la «nuez», la forma de la línea del pelo, los pómulos, el labio superior, el vello facial, el tipo de piel y la distribución de la grasa facial.
La feminización/ masculinización facial pretende proporcionar a la cara unos rasgos más femeninos o masculinos. No existe un protocolo de tratamiento cerrado, ya que cada persona es única. Debemos adaptarnos a cada tipo de rostro para lograr que el resultado final sea totalmente personal y natural.
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